Las hadas de la lavanda son hadas apacibles, juguetonas y protectoras, con gusto por el orden y la serenidad.
Visten con tonos morados, malvas y azulados con un toque de verde seco. Suelen llevar el cabello suelto revoloteando a su alrededor de forma juguetona, pero no dudan en recogerlo con un moño cómodo cuando necesitan concentración en sus labores.
Según cuenta la leyenda, su origen es muy antiguo. Lavándula fue el primer hada de la lavanada, era un hada muy joven (según la cuenta de las hadas) cuando todo ocurrió. Viajaba por todo el mundo conociendo a distintas hadas y disfrutando de la belleza y exuberancia de este mundo.
Cierto día, mientras viajaba por Europa, Lavándula encontró un paisaje árido, seco y desolado. Era la zona de la Provence, en Francia. Ver un paisaje tan desierto y sin nada de vegetación le provocó una profunda tristeza y comenzó a llorar mientras sobrevolaba la zona observando la magnitud del desastre. Sus lágrimas caían en la tierra reseca humedeciéndola e impregnándola de su magia feérica.
Lavándula se sentó en la tierra polvorienta afligida y con la cara enterrada entre sus rodillas dejó que sus lágrimas aliviaran el dolor de su corazón. Al cabo de un rato, cuando se sentía más tranquila y calmada, levantó la vista y no pudo creer lo que veía.
Lo que antes era un campo yermo ¡ahora era un paraíso de plantas con largas flores moradas! El olor de estas flores transmitía todo lo que ella era: calma, serenidad, protección, frescor, limpieza,… Habían nacido de su propia esencia.
Y así fue como apareció la lavanda y como Lavándula encontró su cometido. Desde entonces, el hada dedicó su vida al cuidado y propagación de la lavanda, aunque poco a poco las tareas de cuidado las fue delegando en el resto de hadas de la lavanda que fueron apareciendo y ella asumió toda la responsabilidad de la propagación de la planta, ya que como sabréis hoy en día la lavanda se extiende por gran parte del mundo. Sus escasas exigencias y necesidades la hacen ideal para sobrevivir en muchos tipos de terrenos, por lo que el hada Lavándula sigue sobrevolando la Tierra en busca de zonas áridas y sin vegetación donde sembrar las semillas de su preciada lavanda con la esperanza de que germinen y florezcan llenando el lugar de vida y alegría.
Hoy en día las hadas de la lavanda son bastante abundantes y además aprecian la compañía humana por lo que es bastante habitual que habiten en nuestras casas. Para atraerlas a tu hogar basta con llamarlas con fe mientras inhalas el olor de la lavanda (como aceite esencial, flores secas, velas,…) aunque como en todos los casos, ayuda muchísimo disponer de una puerta de hadas para ellas en tu hogar, eso les hará sentirse bienvenidas y acudir a ti más fácilmente. Si quieres que habiten tu casa de forma permanente es imprescindible tener una planta de lavanda, puede ser una pequeña, sembrada en una maceta, no es necesario un gran arbusto en el jardín si no dispones de él, pero necesitan de lavanda fresca y viva (nada de flores conservadas o secas) para tener un motivo para quedarse. También has de tener en cuenta que las hadas de la lavanda adoran el orden y la limpieza, mantener tu casa limpia y ordenada las hará sentirse más cómodas y atraídas por tu hogar y será más fácil que decidan quedarse por allí.
La presencia del hada de la lavanda ayudará a tu planta a estar sana y hermosa, impregnando tu hogar con su aroma. Si te sientes abrumado o confuso, el hada de la lavanda puede ayudarte a limpiar bloqueos mentales y pensar con claridad, abriendo así el camino hasta una solución a tu dilema. Son muy sensibles a la tristeza y el desánimo, por lo que harán lo posible por llenar tu casa de paz y serenidad.
También se relaciona a estas hadas con los poderes psíquicos, pueden ayudarte a sintonizar mejor con tus propios dones, agudizan tu intuición y encienden tu creatividad.
Si necesitas de su ayuda… sacude ligeramente las flores de tu lavanda para que desprendan su olor o pon un poco de aceite esencial de lavanda en tu difusor de esencias. Si las has cuidado bien, las hadas acudirán rápidamente en tu ayuda.